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Pie Equinovaro

El pie equinovaro, conocido también con otros nombres como “pie zambo” o “pie bot” se trata de una anomalía que afecta a los músculos y huesos del pie. 

El pie zambo se origina hacia abajo y hacia adentro, de forma que la planta del mismo también se encuentra curvada hacia el interior.

Dicha malformación está presente desde el momento del nacimiento, de manera que los tejidos que conectan los músculos y huesos del pie, son más cortos de lo habitual.

Se trata de una patología común, y en la mayoría de los casos, se encuentra presente en ambos pies. Además, se presenta la mayoría de los casos en los bebés de género masculino.

El pie equino varo puede ser leve o grave. Aproximadamente la mitad de los niños con pie equino varo lo tienen en ambos pies. Los niños con pie equino varo, tendrán dificultades para caminar normalmente, por lo que en general los médicos recomiendan tratarlo poco después del nacimiento.

Comúnmente, los médicos pueden corregir con éxito el pie equino varo sin cirugía, aunque a veces los niños necesitan una cirugía de seguimiento más adelante.

Existen tres tipos de pie equinovaro:

  • Pie zambo postural. Este tipo se puede colocar con una simple manipulación, por lo que se trata de un tipo flexible.
  • Pie zambo genético o idiopático. Es la deformidad más frecuente en los niños, caracterizándose por una rigidez del pie.
  • Pie zambo relacionado con alteraciones neurológicas. Este último suele ser el más grave, por lo que en muchas ocasiones, es difícil de tratar, además de presentar resultados más desfavorables.

Este es el aspecto que podría tener un bebé con pie equinovaro:

  • La parte superior del pie suele estar doblada hacia abajo y hacia adentro, lo que aumenta al arco y gira el talón hacia adentro.
  • Es posible que el pie esté tan torcido que de hecho se vea como si estuviera al revés.
  • La pierna o el pie afectado puede ser ligeramente más corto.
  • Los músculos de la pantorrilla en la pierna afectada generalmente están subdesarrollados.

A pesar de su aspecto, el pie zambo en sí no causa ninguna molestia o dolor.

Factores de riesgo

Los niños tienen el doble de probabilidades de tener pie zambo que las niñas.

Los factores de riesgo incluyen los siguientes:

  • Antecedentes familiares. Si alguno de los padres o sus otros hijos han tenido pie equino varo, es más probable que el bebé también lo tenga.
  • Enfermedades congénitas. En algunos casos, el pie zambo puede estar asociado con otras anomalías del esqueleto que están presentes al nacer (congénitas), como la espina bífida, un defecto congénito que ocurre cuando la columna vertebral y la médula espinal no se desarrollan o no se cierran adecuadamente.
  • El entorno. Fumar durante el embarazo puede aumentar significativamente el riesgo de que el bebé tenga pie zambo.
  • Líquido amniótico insuficiente durante el embarazo. Si el líquido que rodea al bebé en el útero es demasiado poco, el riesgo de pie equino varo puede ser mayor.

Por lo general, el pie equino varo no causa problemas hasta que el niño empieza a pararse y caminar.

Si se lo trata, lo más probable es que tu hijo camine casi con normalidad. Es posible que tenga dificultades con:

  • Movimiento. El pie afectado puede ser ligeramente menos flexible.
  • Longitud de la pierna. La pierna afectada puede ser ligeramente más corta pero, por lo general, no causa problemas significativos de movilidad.
  • Talla del calzado. El pie afectado puede tener hasta 1 y 1/2 tallas de calzado menos que el pie normal.
  • Tamaño de la pantorrilla. Los músculos de la pantorrilla del lado afectado siempre pueden ser más pequeños que los del otro lado.


Sin embargo, si no se lo trata, el pie equino varo puede causar problemas más graves. Estos pueden incluir lo siguiente:

  • Artritis. Es probable que tu hijo padezca artritis.
  • Baja autoestima. El aspecto inusual del pie puede hacer que la imagen corporal de tu hijo sea una preocupación durante la adolescencia.
  • Incapacidad para caminar con normalidad. La torsión del tobillo puede impedir que tu hijo camine sobre la planta del pie. Para compensarlo, es posible que camine sobre la bola del pie (región metatarsiana), sobre la parte externa del pie o incluso sobre el empeine en casos graves.
  • Problemas producidos por los ajustes para caminar. Los ajustes para caminar pueden impedir el crecimiento natural de los músculos de la pantorrilla, producir llagas o callosidades en el pie, y causar un andar extraño.

Como ya sabes, es importante el tratamiento a tiempo de una deformidad  de pie equinovaro, por lo que se debe revisar durante el embarazo la presencia de dicha anomalía. 

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Dr. Pedro Pablo Navarro Ruiz

Traumatología & Ortopedia

Escpecialista en Cirugía de Columna Vertebral

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